…

Me dijeron que siempre debia luchar por lo que queria, que nunca llegaría gratis, que luchara y siempre mereceria, por eso se que si no luchas es porque realmente no lo quieres, o porque te faltan “las bolas” para luchar y prefieres autoengañarte y decirte que no lo quieres…

Me dijeron que habia que perdonar… que eso me haría crecer como ser humano, qué pasa cuando decido que ya no quiero hacerlo más? que me cansé de hacerlo? soy más pequeña por eso? me encojo?…

Me dijeron que habia que trabajar sin descanso, que eso atraería éxito y autosuperación… qué pasa si quiero parar? que pasa si quiero descansar un momento? dejo de ser exitosa? dejo de superarme?…

Me dijeron que nunca seria fácil, que en todos los caminos encontraría piedras y espinas, que en todos los ámbitos de mi vida encontraría obstáculos, pero y si tomé el más difícil de los caminos? el que tiene más piedras y más espinas? qué pasa si quisiera tomar un camino un poquito más fácil?…

 

Qué pasaría si de repente quisiera una historia más bonita y más fácil? qué pasaría si de pana quisiera creer en un mundo dónde no tenga nada que perdonar? quiza donde ni tuviese que luchar tanto ni arreglar tantas cosas? por qué no puedo creer en un mundo ideal doinde nadie necesite de mi? que todos puedan estar tranquilos sin mi y yo sólo aparezca de vez en cuando? qué pasa si me cansé de luchar?

 

“"Que pa, que pa, que pasa!”

“Vivir no es sólo respirar”

Venía a escribir sobre eso… vivir… pero eso me llevaria muuucho tiempo, que honestamente puedo aprovechar durmiendo… no es algo que haga muy seguido, créanme… pero en esta fiebre que tengo ahora por Txus Di Fellatio, leyendo sus poemas, conseguí uno que es el propio, que resume en unos pocos versos eso… vivir… vivir no es sólo respirar:

 

VIVIR NO ES SÓLO RESPIRAR (II)

 

Vivir no es sólo respirar,

destierro del aliento,

éxodo del aire.

 

Vivir no es sólo amar,

enfermedad del alma

que acatarra la razón.

 

Vivir no es sólo hablar,

lenguaje misterioso

que nunca escucha al corazón.

 

Vivir no es aprender

y al instante olvidar,

ni caminar,

aunque sepas dónde vas.

 

Vivir es caer, morir, es llorar.

Es beber tus propias lágrimas,

y con la última gota, pedir más.

 

Vivir es valorar cada instante,

como si el último fuera.

Vivir es morir un poco cada día,

sonreir y resucitar.
Vivir no es sólo respirar

 

Para qué voy a decir más? ya él lo dijo todo… mejor me callo la boca y me voy a dormir…

“Si yo, tú”

Me he vuelto una niña muy obsesiva, cuando em enteré que Txus Di Fellatio, el fundador de Mago de Oz, una de mis bandas favoritas, habia sacada un libro, casi enloquecí, yo no sabía y me enteré. Me metí volando en internet a ver donde se podia conseguir, y lo iba a comprar, y cuando ya estaba todo listo me di cuenta de que iba a tardar siglos en llegar! NOOO!!! fue la tortura… pero que hizo una niña tan inmensamente obsesiva como yo? muy simple… en medio de la desesperación… hice el libro… si literalmente… hice el libro, imprimí todas las paginas, las corte, hice una carátula con cartón, y hasta lo empasté, es un libro perfecto, y es lo mejor que tengo en toda mi biblioteca.

Lo amo, amo ese libro porque nunca habia leido nada que me moviera tanto… aqui les dejó uno de mis favoritos… Si yo, tú

 

Si yo... tú.
Si caes... yo contigo
y nos levantaremos juntos
en esto unidos.

Si me pierdo... encuéntrame.
Si te pierdes... yo contigo
y juntos leeremos en las estrellas
cual es nuestro camino.
Y si no existe... lo inventaremos.

 
Si la distancia es el olvido
haré puentes con tus abrazos
pues lo que tu y yo hemos vivido
no son cadenas…
ni siquiera lazos:
es el sueño de cualquier amigo
es pintar un te quiero a trazos
y secarlo en nuestro regazo.

Si yo...tú.
Si dudo, me empujas
Si dudas, te entiendo
Si callo, escucha mi mirada
Si callas, leeré tus gestos.

 
Si me necesitas... silba
y construiré una escalera
hecha de tus últimos besos,
para robar a la luna una estrella
y ponerla en tu mesilla
para que te de luz.

Si yo... tú.
Si tú... yo también.
Si lloro, ríeme.
Si ríes, llorare
pues somos el equilibrio,
dos mitades que forman un sueño.

 
Si yo... tú.
Si tú... conmigo.
Y si te arrodillas
haré que el mundo sea mas bajo,
a tu medida,
pues a veces para seguir creciendo
hay que agacharse.

Si me dejas, mantendré viva la llama
hasta que regreses,
y sin preguntas, seguiremos caminando.
Y sin condiciones te seguiré perdonando.
Si te duermes, seguiremos soñando,
que el tiempo no ha pasado
que el reloj se ha parado.

 
Y si alguna vez la risa
se te vuelve dura,
se te secan las lagrimas
y la ternura,
estaré a tu lado,
pues siempre te he querido,
pues siempre te he cuidado.

 
Pero jamás te cures de quererme,
pues el amor es como Don Quijote:
solo recobra la cordura
para morir.
Quiéreme en mi locura,
pues mi camisa de fuerza eres tu,
y eso me calma,
y eso me cura…

Si yo... tú.
Si tú, yo.
Sin ti, nada.
Sin mi, si quieres... prueba.

 

Txus Di Fellatio

“El príncipe de la dulce pena”

Creo que… amo el amor

Que no es lo mismo que amar, lo que amo es amar, no amar en si… amar te hace sufrir, en cambio, amar el amor es como amar a un ente puro e idealizado, perfecto, es como decir que amo la perfección siendo el ser más imperfecto del mundo.

Por qué digo que amo el amor? por esa sensación… esa sensación de reventar, de que el cuerpo te queda pequeño, esa cara tonta que tienes todo el santo dia riéndote sola, de siempre pensar en algo bonito, de tener el impulso de comenzar a correr por la ciudad en tacones hasta llegar a esa persona, esa sensación,  esa sensación que solo puede producirte amar, lo cual es bien irónico porque amar te hará sufrir, pero siempre amarás estar enamorado, te hará feliz estar enamorado… entonces cómo es posible que amemos algo, que nos haga sentir bien algo, que nos hace sufrir? Consultemos a los expertos:

“No te amo por lo que eres, sino por lo que soy cuando estoy contigo” G.G. Marquez

Es la sensación… estamos enamorados de esa sensación de no importar que pase con uno sino con el otro, de repente es porque al pensar que lo importante es la otra persona nuestros propios problemas y pesares carecen de importancia, y es precisamente por eso, que es mejor afrontarlos estando en pareja, estando enamorados, porque asi simplemente no importan. Pero claro, como todo en esta vida, esto debe tener alguna condición, digo yo, pero es que claro, para amar el amor, debes amar sentirte bien, sino no tiene sentido, y es por esto que se me ocurre una conclusión viable y es que para ser victima real del desgraciado de cupido, tienes que haberte enamorado antes de ti mismo, tienes que amarte a ti mismo, y que esa figura de la otra persona seas tú, que desees lo mejor para “Ella” (tú), y sobretodo, que nunca pienses que nadie se merece más la felicidad que esa persona (Tú).

Hay dias que me levanto, y digo, “eso no es para mi”, a lo mejor pienso esto por la mala suerte que he tenido las dos veces que me he enamorado en mi vida; pero hay otros dias que me levanto diciendo “por qué no?” y la respuesta a todo este rollo está en el párrafo anterior, claro! obvio!, el desgraciado (cupido) me odia! y me odia porque el sabe que yo no me amo a mi misma (aún), entonces bueno, cómo podria yo pedirle que me regale a alguien para comérmelo a besos todos los dias, para compartir mi vida entera, para hacerlo mi centro, para que sea los primeros ojos que vea cuando me levanto; cómo voy a pedirle a cupido a otra persona si el sabe que yo aún no he logrado lo básico, y es ese autoflechazo!, ese creer que capaz y si me lo merezco, que  de pana quiza si puedo hacer feliz a alguien y ser feliz yo al mismo tiempo.

Amar el amor, es estúpido… definitivamente, amo el amor porque no puede fallar, porque me da miedo amar a alguien más imperfecto, es conformismo ridículo, creo que ahora no quiero amar el amor, tengo que hacer que cupido deje de odiarme y me ame, lograr amarme a mi misma, y luego pasar al próximo paso, a amar a alguien sin que eso implique mi destrucción, sólo y simplemente con el único fin de ser felices, así fácil, y poder morirme levantándome con el mismo compañero con el que comencé a vivir…

García Marquez era un idiota…

Grace