miércoles, 15 de septiembre de 2010

LA idiota


¿¡Será que nunca voy a aprender?! ¿Cómo se aprende a dejar de hacer el idiota?

Saben, soy una experta haciendo el idiota, es lo que he hecho durante tooooda mi vida, completita, y ya ¡estoy cansada estoy aburrida! Coño pana no puede ser que yo me estrelle dos mil veces contra la misma pared y no entienda que tengo que rodearla, ya la pared tiene un hueco con mi forma, que cansancio, que fastidio, que decepción.

Lo heredé de mi madre, ella también hace el idiota con frecuencia, pero es que yo soy la versión repotenciada. También, es culpa del colegio cristiano al que me mandaron toda la vida donde me enseñaron que ayudar a la gente es bueno, ¿bueno para quién?; y lo peor es que sé que escribo esto estando muy molesta ahorita y que me voy a levantar mañana, se me va a haber olvida, y voy a volver a hacer el idiota otro día más, y otro más, y otro más.

Sé que no soy la única, pero como me jode la existencia, siempre que intento ayudar, siempre que hago algo por alguien lo único que recibo son patadas, de verdad que a mi con un simple “gracias” me llega y sobra, es más, si quieres no me des las gracias, pero si aparte vas a despreciarme pues, sí, es un poco decepcionante, desmoralizante… es destructivo, duele un poco.

En verdad dirán, “¿y a mí qué me importa lo que a ti te duela?” o “¿…lo que a ti te desmoralice?”, “si lo hiciste por mi, será por que te dio la gana”… que detestable es pensar así, antes de pensar así de una persona que me quiere lo suficiente como para hacerme un favor, prefiero seguir haciendo “el idiota”, quien sabe a lo mejor es mejor mi posición y todo.

Mi mamá siempre me enseñó a dar las gracias por todo, a estar agradecido, y por eso es que me extraña tanto cuando la gente devuelve con desplantes lo que yo devuelvo con una sonrisa y un “gracias”. Es incomprensión, nunca he estado en el papel de aquellos a quienes no les enseñaron la importancia del agradecimiento, o de aquellos que no saben interpretar un gesto de esta índole. No entiendo es eso, para mi n hay nada mas rico que sentir que alguien me quiere por los gestos que tiene hacia mi, es lo mismo de siempre, decir “te quiero mucho” es demasiado fácil, eso puede hacerlo cualquiera… pero, las personas que más nos quieren son aquellas que sin decirnos nada hacen todo lo que esta en sus manos para hacernos la vida bonita, gracias a Dios yo tengo mucha gente a mi alrededor que me lo demuestra todos los días, a ustedes ¡GRACIAS!

Lo único que queda es seguir respirando, es seguir viviendo como si el día anterior no existiera, todos los días amanece de nuevo, todos los días hay un nuevo sol, y bueno nada, yo sólo puedo seguir haciendo lo que esté en mis manos, como responda la gente a esto habla de ellos, no de mí. Supongamos que existe un Dios que ve todo, y que se ríe de esto, mientras yo me retuerzo en cierta rabia.

Igualmente, prefiero pensar que existen cosas bonitas en el mundo y estar equivocada, a pensar que todo es horrible y estar en lo correcto.

Todo pasa, sólo es cuestión de tiempo,

Grace M.

4 comentarios:

  1. Pequeña saltamontes... tu no tienes permiso para arrepentirte de lo que eres, si hay gente idiota pues bueno, hay que convivir con ellas, pero eso no implica que seas tu la que tienes que cambiar, tu eres hermosa asi como eres. Hasta haciendo el idiota te ves bien :)

    Te quiero con la vida, te extraño

    Rick

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  2. Este mundo, lamentablemente, está lleno de egoístas pero no por ello nosotras nos tenemos que unir al montón, ¿te imaginas?¿tú, ser igual al resto de los cabezas huecas que nos rodean? Nonono, guacalita!
    Ayudar es bueno para ti y ver las cosas bonitas que existen es esencial para vivir.

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  4. Querida Grace:

    Todos hacemos el idiota. Pero te cuento. Eso forma parte del aprendizaje. No te preocupes mucho por ello. Lo importante es que eso no quiebre tu ánimo ni te detenga a consecuentar estupideces. La vida es muy corta y tienes demasiadas cosas de que ocuparte. Eres una chica maravillosa aunque aún no comprendas esto del todo. Me siento muy contenta de que tú y Fabiola sean amigas. Two of a kind... ¡Cuidado mundo!

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