Ocho días por vivir antes de contar un año más vivido, tantos cuentos y estupideces, aventuras, locuras, todo vivido en un sólo año; errores cometidos… varias veces, crecimiento, aprendizaje, lágrimas, arrepentimientos, adrenalina; cosas hermosas, y cosas no tan hermosas.
Me paro, miro hacia atrás y veo todo lo que me ha hecho ser lo que soy, miro hacia delante y veo lo que me gustaría llegar a ser, me miro ahora y no sé que es lo que veo, no sé qué es lo que quiero ver, y ¿qué importa? En verdad, justo ahorita no necesito un concepto detallado de mí misma, total, mi nombre no va a aparecer en la próxima edición del diccionario de la Real Academia Española, pero es curioso, muy curioso.
Ese punto en el que necesitas cambiar, ese es precisamente el punto en el que tienes la mirada ciega sobre ti mismo, y comienzas a caminar, no ves pero aún así caminas, y vas hacia delante, y luego volteas y ves el cambio, comparas desde que comenzaste a andar a ciegas hasta el punto en el que llegaste, justo cuando le das la espalda a la ruta por la que caminas es el preciso momento donde puedes verle, y por seguir caminando hacia delante es que nunca la vemos, necesario es pararse y voltear.
Sé que me equivoqué mucho este año, sé que hay muchas cosas que pude hacer mejor, sé que me arrepiento de una pila de cosas, pero errar es de humanos ¿no?, los errores nos hacen crecer, y bueno, lo que me queda es corregir el próximo año, ser mejor, no se me ocurre nada más que hacer… pero, en el fondo, miro para atrás, y me río, me hace gracia todo lo que me ha pasado últimamente, y creo que esa es la esencia de vivir, poder mirar hacia atrás y reírte hasta de las peores cosas, gracias a Dios por esto.
Mi año número 19 fue una mezcla de locura, irresponsabilidad, joda, amigos inigualables, risas, risas y más risas, lágrimas también, decepciones y encantos, experiencias, lecciones, errores, fue un año realmente cargado de emociones, y nada a brindar porque el que viene sea dos veces mejor, que se dupliquen las risas, las jodas, los amigos, y que Dios me dé la oportunidad de hacerle “el año bonito” a la gente que me rodea, así como ellos me lo han hecho a mi.
Este año me propongo:
-Ayudar a quien sea, siempre que esté en mis manos, lo posible y lo imposible también
-Echarle bo… ganas a mi carrera, porque me quiero graduar rápido, porque yo no pertenezco a ese lugar.
-Reír, reír mucho, disfrutar cada segundo de vida, porque Male me enseñó que cada segundo puede ser el último.
-No guardar rencor, nunca jamás! Las veces que lo sentí ese rencor sólo me daño a mi, nunca más.
-Cambiar el mundo en lo que yo pueda, y aprender a entender cuando no queda más nada que hacer
-Crecer, madurar, tratar de componer mi vida, porque quiero mirar hacia atrás y sentirme orgullosa de lo que he logrado.
-Hacerme fuerte, tener la voluntad de decir no, tener la fuerza de sobreponerme a mi misma, no más debilidad.
-Y por ahora, último: “HACER LAS VAINAS BIEN”
Gracias a todos los que compartieron conmigo este año, los quiero con la vida,
Grace M.
Qué hermoso...
ResponderEliminarYo quiero ser como tu, y tener tan claro en la vida que esas son las cosas que hay que hacer para ser siempre mejor persona, para ser #1 :)
Las pondré en práctica!
Te quiero!
Parchado, parchado varias veces... pero entero :)
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