lunes, 8 de noviembre de 2010

La tiza

JJSS, eso es lo que dice tu anillo de graduación por dentro… ¿por qué no le pusiste la “G”? Sabes, José Gregorio Hernández fue un hombre que ayudo muchísimo, que cambio la vida de mucha gente, que brindó mucha esperanza a personas que ya no la tenían; Bonito, siéntete orgulloso de esa “G” por siempre, que aunque yo te haya echado tanta vaina con ese nombre, en realidad, fuiste bendecido al tenerlo.

Y como José Gregorio Hernández fue al pueblo, tú fuiste para mí, me trajiste toda la esperanza que me faltaba, de repente todo dejó de ser tan miserable sin que yo me diera cuenta… me di cuenta un año después (tú sabes, yo siempre caída de la mata). Cuando te conocí de verdad para mi eras “uno más”, pero El Tiempo es una cosa seria, juega y hace con uno lo que le da la gana y bueno… me puse a jugar con fuego y, como siempre, me quemé.

Me siento tan ridícula escribiendo esto, hace mucho tiempo yo no hacía una cursilería de estas, supongo que se me había olvidado cómo se hacía, o no había vuelto a sentir ese impulso que lo obliga a uno a hacer estas estupideces, y cuánto lo extrañaba… no sabes, que lástima que tenga que ser en estas circunstancias, pero no quería dejar pasar la oportunidad de devolverte la de mi cumpleaños. No te lo había dicho pero, sólo para tu conocimiento, yo he leído esa carta casi todos los días desde que me la diste… ¿Sabes qué fue lo que me sorprendió más? El dibujo, yo todavía no puedo creer que tú te hayas acordado de ese día, de ese dibujo, para mí significó muchísimo, mil gracias.

Es que en realidad, tengo que darte las gracias por tantas, pero tantas cosas, cada uno de los días que pasé contigo fueron espectaculares, incluso aquellos en los que peleamos; tantas risas, pero muchas, fueron muchísimas; todo lo que me enseñaste… sí, me llevo muchas cosas aprendidas de ti; y bueno básicamente porque me devolviste la vida pana, pero la vida de verdad, no aquella que dice “bueno, come, duerme y respira” sino aquella vida que se vive y se comparte, hacia mucho tiempo que yo no me sentía tan viva, pero bueno, volvió La Vida a joder y “Chao, adiós” con eso. Pero eso no te quita el mérito de lo que lograste conmigo…

…También, me acuerdo cuando sacaste la tiza en Piú de tu chaqueta, le pediste a Paola que me tomará una foto cuando me la mostraras, y después, todas aquellas veces que me pediste que me la quedara y siempre se me olvidaba, ¡pero es que ves!, si yo me la hubiese llevado no la hubieses pegado en mi carta! ¡No hubiese sido igual! Me encanta la tiza ahí pegada, me recuerda aquella Absolut Night J… yo si decía “¿Y este que hace yendo al baño de mujeres?” y cuando fui la pared rallada de arriba abajo… Sabes, lo escribiste demasiado arriba, las primeras líneas de ambos baños no pude borrarlas, pero aun me acuerdo qué decían.

Verga, y ahora ¿qué hago yo con todos estos recuerdos?, te dije que nos íbamos a arrepentir de todo, pero tú nunca me haces caso, hasta eso quedo reflejado en tu carta, con “Simba y Susy” los dos incontrolables, es que eres demasiado necio (aquí entre nos, tu necedad es como McDonalds… “Me encanta”) No sé como hiciste, pero nuestra vida en común la redujiste a una hoja tamaño carta rallada por delante y por detrás, y la amo! Es perfecta.

Espero… no sé qué espero, iba a decir que “no todo haya sido malo para ti” pero ¿pa’ qué esperar cosas inútiles, verdad?… no sé supongo que lo mejor que puedo esperar es que hayas aprendido algo, para mi bien o mal, pero espero que te haya quedado algo de esto, sea bueno o malo, yo aprendí mucho, espero que para ti haya sido igual. Yo, creo, que siempre voy a recordar esto con todo el cariño del mundo, y bueno, yo no sé qué mas decirte, me estoy volviendo un ocho con mis propias palabras… creo que este párrafo te lo voy a dejar a ti… ese “yo espero”.

Se me está haciendo difícil esto, sólo me queda decirte que seas tú siempre, ya sabes, mi sermón de siempre, pero bueno espero que aunque sea algo te quede. Recuerda ser auténtico, no te guíes por lo que diga nadie, defiende tu opinión y se íntegro, nunca te vendas por nada, absolutamente nada puede pagar una buena decisión o una opinión particular, nada puede pagar estar tranquilo contigo mismo, a lo mejor las cosas materiales te hacen feliz en algún punto, pero cuidado, porque no vas a poder vivir con el orgullo roto; termina tu tesis, has trabajado mucho por eso, no te rindas después de nadar tanto; logra tu beca, me arrecha que los gringos se queden con los mejores profesionales de este país, pero es tu sueño y lo respeto. Si tu quieres tu Ph D en el exterior, lógralo. Y así como te digo esto, te digo que no importa quienes o cómo seamos, todos vamos a terminar en el mismo lugar, tres metros bajo tierra, y lo único que te vas a llevar a la tumba es el hecho de haber sido feliz y disfrutado la vida o no haberlo hecho. Haz todo, absolutamente todo lo que necesites para ser feliz, y recuerda la cabeza puede complacernos pero sólo el corazón sabe como hacernos felices, no dudes en seguirlo de aquí en adelante, es verdad que lo que se supone que debemos aprender nos dice todo lo contrario, pero hay veces que debemos elegir qué queremos aprender… muérete tranquilo ;) (pero de viejito)… Que párrafo tan largo.

¿A que ya estas aburrido de leer? Sorry, pero tú sabes, mejor fuera que dentro, será que me voy despidiendo del que me llamó “fosforito” y “voladita” (¡beeello te quedó!) Una última cosa… yo sé que hice todo mal contigo, pero si cuando te conocí hubiese sabido todo lo que vendría después y todo lo que eras, yo hubiese hecho muchas cosas diferentes, pero ya pa’ qué arrepentirse.

Disculpa lo malo…
Te quiero y te voy a extrañar muchísimo

La volada

P.D.: cuando juegues futbol POR FAVOR enyésate los dedos.

P.D 1.: la puntuación quedó 4-2, pero yo insisto, relájate y disfrutaJ. Buena vida bonito (K)

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