Sakineh y Aisha

Bueno la verdad… es que estoy muy ocupada, pero MUY OCUPADA! Pero esto es algo que yo no puedo dejar pasar, al menos no en frente de las pocas personas que leen esto. Yo simplemente no puedo dejar pasar esto, la barbarie es demasiado grande.

Sakineh Mohammadi Ashtiani, una mujer, madre de dos hijos, metió la pata, le fue infiel a su marido (¿qué vaina no?), la descubrieron, después de que el marido murió, (ya va, ¿si el marido murió a quién le importa si fue infiel o no?) fue juzgada por los “CIVILIZADOS” juzgados iraníes, los cuales la declararon culpable de una cosa terrible “ADULTERIO”, emitieron una sentencia y un castigo a pagar (tatatán… ahora si viene lo bueno) 99 LATIGAZOS.

Ok, se acabó el sarcasmo, es una consecuencia de cuando me molesto, pero eso no es mentira, la primera sentencia de Ashtiani fue esa, culpable y condenada a sufrir 99 latigazos… ¿son ideas mías o esta sentencia es otro crimen?. Sakineh cumplió la condena, fue azotada 99 veces, y sobrevivió que es lo increíble, pero esto no es todo. La volvieron a juzgar por el mismo crimen, sólo que esta vez los jueces decidieron que debía ser condenada a muerte en la horca, y mientras la señora privada de libertad. Se apeló la sentencia, y para resumidas cuentas cambia la sentencia… ahora iban a matarla pero esta vez iba a ser lapidada, mañana 3 de noviembre.

Otro caso más simpático…

Bibi Aisha, mujer de 19 años, fue obligada a casarse a los 13 años (a esa dad yo jugaba a la “ere”) para pagar un crimen que cometió su papá, la maltrataban a diario, y un día decidió huir… la agarraron y cuando volvió a casa del BESTIA de su marido, su cuñado la sostuvo mientras su marido le cortaba con un cuchillo las 2 orejas y la nariz.

Esto no es mentira, esto es de verdad, esto ocurre. Y así como estoy segurísima de que esto ocurre estoy segurísima de que eso no es creer en Dios.

Esta gente justifica la cantidad de barbaridades, porque no tienen otro nombre así, llamándolo “alabanza a Dios”. ¡SON UNA PILA DE ENFERMOS! Lo que necesitan es un psiquiatra. Pana, si quieres alabar a Dios, ayuda a la gente, haz el bien, reza, predica la palabra, haz algo bueno por el mundo, pero como vas a cortarle la nariz y las orejas a un ser humano que siente!, que dolor, que asco, que vergüenza para todos y cada uno de los hombres de esa línea de pensamiento, que poquito razonamiento, que poquitas ganas de pensar, que crueldad tan grande, cuanta maldad, que pocas ganas de de preguntarse de resolver. Es que estoy tan, tan, pero tan indignada que no se como explicárselos!

¿Qué pueden sentir los hombres que sostienen una piedra esperando para lanzársela a una mujer que esta enterrada hasta el cuello? ¿Qué se siente? ¿se sienten más hombres? ¿Más grandes? ¿Qué sentiste cuando deslizaste el cuchillo por el borde de la oreja de una mujer hermosa y se la mutilaste? ¿qué sentiste cuando la viste al día siguiente con un hueco donde antes había una nariz árabe? ¿Orgullo? Hay una campaña creada por homosexuales en Chile que a mi honestamente me encanta… la campaña se titula “MARICÓN EL QUE MALTRATA A UNA MUJER”

Sé que no puedo hacer nada por Ashtiani, ni por Aisha, ni por ninguna de las mujeres casadas con Talibanes que sufren esta cantidad de barbaridades a diario, pero sí puedo hacer algo por las que viven a mí alrededor. Ellos no son más que nosotras, si yo me llego a enterar que alguna de ustedes admite los maltratos de un MARICÓN, la que se va a poner salvaje soy yo. Esto es inadmisible!

Somos iguales, aprendamos de los que llamamos animales, cuando ellos son mucho más “humanos” que nosotros mismos muchas veces. Yo simplemente, no sé que escribir… la indignación es tan grande, la rabia contra el mundo, que de pana yo no sé que decirles.

Se los dejo a su reflexión será… por que yo simplemente no puedo con la impotencia.