Todo lo que debas ver se cruzará en tu camino.
Hace algún tiempo agarré una arrechera nada normal contra un individuo (porque no sé de que otra manera llamarlo) mientras hablábamos. Teníamos seis días de conocernos, no crean que la confianza reinaba entre nosotros, y en este plan el carajo me dijo algo que probablemente nunca olvidaré: “es que tú eres demasiado inteligente para lo bonita”, esto dicho con un tono muy natural, como quien pegunta el nombre o habla del clima.
En ese momento tuve dos reacciones, una instintiva y otra dada por la razón. La primera fue matarlo, y la segunda (que fue la que apliqué) fue voltearme, irme y dejarlo hablando solo. No sólo es eso… sino que conmigo había otras mujeres que gracias a Dios yo no conozco, y estas le celebraron el chiste. La idiotez femenina llegó al límite.
Automáticamente recordé una frase de una de las canciones de Mago de Oz que dice “pues mi mente es un vestido que me queda mal”. Así es como lo ven, la inteligencia femenina no es nada más que algo que desadorna un cuerpo, como verán la imbecilidad masculina también llegó al límite.
Somos un planeta de imbéciles.
¿A qué viene todo esto después de este tiempo? Muy simple… se me volvió a atravesar en mi camino, y tuve que recordar ese triste episodio de mi vida.
Es inevitable sentir indignación y rabia ante esto.
Sí, cuando el carajo me hizo ese comentario aquel día me dolió el orgullo, y lo digo ampliamente, es sentirse un simple objeto, un “tú estás ahí para ser bonita y callarte la boca”, eres eso, un cuerpo que estaá ahí para pararse a su lado y que te luzcan cual trofeo, yo no sirvo para eso.
Creo que nunca, si mi memoria no me falla, he descartado a alguien por ser feo, ni bajito, no sé, tampoco por tener un tercer ojo; pero sí, siempre los he descartado cuando abren la boca y no tienen nada bueno que decir, pana entonces mejor ciérrala!. Este carajo es un ejemplo de maravilla, no está nada mal (físicamente), es hasta atractivo, pero su cabeza le jugo en contra. Por no tener nada por dentro que valiese la pena, porque valoro muchísimo más un hombre feo que la arregle cuando habla, que un carajo que esta buenísimo y que la destruye en lo que saluda.
Toda mi vida, desde que tengo memoria, he luchado para que me consideren una igual, una contrincante que valiese la pena enfrentar, alguien con quien tener una conversación inteligente; así fue como me volví una dura en tenis, como comencé a leer como perdida (menos mal, porque descubrí que me encanta), en fin así fue como trate de demostrar que yo también podía, nunca arrugué ante unos kartings, ni ante las motos, hasta aprendí a jugar futbol!, no me gustaba mucho pero bueno a veces me tocaba, a la final siempre me divertía. Aun así era muy mocosa y no entendía la trascendencia real que tenia el asunto, hoy día si lo entiendo y me doy cuenta que mucho mas allá que ganar un juego de tenis, que correr más rápido que ellos, o que conocer mas marcas de carros, existe un asunto real que ha impedido (estúpidamente) la competencia o la convivencia limpia entre ambos géneros a lo largo de la historia, y peor que esto es que esta aberración se enseña normalmente en la crianza.
Pensar que yo en realidad estoy del carajo, pero qué acerca de esas mujeres a las que le caen a golpes a diario, o aquellas que viven con miedo a sus esposos padres o hermanos, hermanos? Existe el amor con miedo?; o aquellas a las que venden cual mercancía a los catorce años? Que negocio tener niñas no?; aquellas que no pueden dar su opinión? Aquellas que no tienen opciones?, aquellas que son lapidadas? Aquellas que no tienen derecho a superarse?. ESTO EXISTE! Para vergüenza de nuestra sociedad, y existe porque lo permitimos.
Hoy yo les digo que el hecho de que yo te permita abrirme la puerta no implica que yo no pueda hacerlo, y que todo es querer, si a mi me da el ataque mañana, yo puedo terminar arreglando un carro mejor o igual que cualquier hombre, simplemente porque no existe una diferencia relevante referida al sexo que me impida hacerlo. Si no lo hago es porque simplemente no me llama la atención, pero todo es querer.
Esto es culpa de nosotras y de nadie más, porque lo hemos permitido, porque lo hemos dejado pasar, y de esta manera el asunto se nos fue de las manos. Sé que no puedo cambiar el mundo, pero quizás puedo hacer algo para que esto no ocurra a mi alrededor, egoísta no?
No generalizo de ninguna manera, los hombres de mi vida, aquellos a quienes le permito entrar en mi vida, son mis ojos, son personas que considero excelentes, intachables, y así, como ustedes, se que existen muchísimos. Mi problema, mi guerra, va dirigida específica y directamente a las mujeres idiotas y a los hombres machistas. Nunca olviden que no nacieron del agua, alguien los tuvo encima nueve meses.
Siempre me dijeron, “para saber como es un hombre, fíjate en como trata a su madre o hermanas” que se puede decir del individuo que mencione en la parte de arriba… ¿como tratara a su madre o a sus hermanas? ¿Le parecerá su madre una mujer bruta o fea? ¿O alguna de sus hermanas, en caso de que tenga? Son demasiadas preguntas, demasiadas cosas que no entiendo en personas como él, y que nunca entenderé, para orgullo propio.
Por ultimo, propongo a todas las mujeres que nos vistamos mal, pero muy mal, con mentes capaces de analizar cualquier situación, capaces de generar argumentos que le cierren la boca a los individuos que no deberían abrirla, y también tener suficiente amor propio como para no permitir que nos pasen por encima, nadie es mejor que nadie a menos que nosotros decidamos lo contrario.
Grace M.
Hace algún tiempo agarré una arrechera nada normal contra un individuo (porque no sé de que otra manera llamarlo) mientras hablábamos. Teníamos seis días de conocernos, no crean que la confianza reinaba entre nosotros, y en este plan el carajo me dijo algo que probablemente nunca olvidaré: “es que tú eres demasiado inteligente para lo bonita”, esto dicho con un tono muy natural, como quien pegunta el nombre o habla del clima.
En ese momento tuve dos reacciones, una instintiva y otra dada por la razón. La primera fue matarlo, y la segunda (que fue la que apliqué) fue voltearme, irme y dejarlo hablando solo. No sólo es eso… sino que conmigo había otras mujeres que gracias a Dios yo no conozco, y estas le celebraron el chiste. La idiotez femenina llegó al límite.
Automáticamente recordé una frase de una de las canciones de Mago de Oz que dice “pues mi mente es un vestido que me queda mal”. Así es como lo ven, la inteligencia femenina no es nada más que algo que desadorna un cuerpo, como verán la imbecilidad masculina también llegó al límite.
Somos un planeta de imbéciles.
¿A qué viene todo esto después de este tiempo? Muy simple… se me volvió a atravesar en mi camino, y tuve que recordar ese triste episodio de mi vida.
Es inevitable sentir indignación y rabia ante esto.
Sí, cuando el carajo me hizo ese comentario aquel día me dolió el orgullo, y lo digo ampliamente, es sentirse un simple objeto, un “tú estás ahí para ser bonita y callarte la boca”, eres eso, un cuerpo que estaá ahí para pararse a su lado y que te luzcan cual trofeo, yo no sirvo para eso.
Creo que nunca, si mi memoria no me falla, he descartado a alguien por ser feo, ni bajito, no sé, tampoco por tener un tercer ojo; pero sí, siempre los he descartado cuando abren la boca y no tienen nada bueno que decir, pana entonces mejor ciérrala!. Este carajo es un ejemplo de maravilla, no está nada mal (físicamente), es hasta atractivo, pero su cabeza le jugo en contra. Por no tener nada por dentro que valiese la pena, porque valoro muchísimo más un hombre feo que la arregle cuando habla, que un carajo que esta buenísimo y que la destruye en lo que saluda.
Toda mi vida, desde que tengo memoria, he luchado para que me consideren una igual, una contrincante que valiese la pena enfrentar, alguien con quien tener una conversación inteligente; así fue como me volví una dura en tenis, como comencé a leer como perdida (menos mal, porque descubrí que me encanta), en fin así fue como trate de demostrar que yo también podía, nunca arrugué ante unos kartings, ni ante las motos, hasta aprendí a jugar futbol!, no me gustaba mucho pero bueno a veces me tocaba, a la final siempre me divertía. Aun así era muy mocosa y no entendía la trascendencia real que tenia el asunto, hoy día si lo entiendo y me doy cuenta que mucho mas allá que ganar un juego de tenis, que correr más rápido que ellos, o que conocer mas marcas de carros, existe un asunto real que ha impedido (estúpidamente) la competencia o la convivencia limpia entre ambos géneros a lo largo de la historia, y peor que esto es que esta aberración se enseña normalmente en la crianza.
Pensar que yo en realidad estoy del carajo, pero qué acerca de esas mujeres a las que le caen a golpes a diario, o aquellas que viven con miedo a sus esposos padres o hermanos, hermanos? Existe el amor con miedo?; o aquellas a las que venden cual mercancía a los catorce años? Que negocio tener niñas no?; aquellas que no pueden dar su opinión? Aquellas que no tienen opciones?, aquellas que son lapidadas? Aquellas que no tienen derecho a superarse?. ESTO EXISTE! Para vergüenza de nuestra sociedad, y existe porque lo permitimos.
Hoy yo les digo que el hecho de que yo te permita abrirme la puerta no implica que yo no pueda hacerlo, y que todo es querer, si a mi me da el ataque mañana, yo puedo terminar arreglando un carro mejor o igual que cualquier hombre, simplemente porque no existe una diferencia relevante referida al sexo que me impida hacerlo. Si no lo hago es porque simplemente no me llama la atención, pero todo es querer.
Esto es culpa de nosotras y de nadie más, porque lo hemos permitido, porque lo hemos dejado pasar, y de esta manera el asunto se nos fue de las manos. Sé que no puedo cambiar el mundo, pero quizás puedo hacer algo para que esto no ocurra a mi alrededor, egoísta no?
No generalizo de ninguna manera, los hombres de mi vida, aquellos a quienes le permito entrar en mi vida, son mis ojos, son personas que considero excelentes, intachables, y así, como ustedes, se que existen muchísimos. Mi problema, mi guerra, va dirigida específica y directamente a las mujeres idiotas y a los hombres machistas. Nunca olviden que no nacieron del agua, alguien los tuvo encima nueve meses.
Siempre me dijeron, “para saber como es un hombre, fíjate en como trata a su madre o hermanas” que se puede decir del individuo que mencione en la parte de arriba… ¿como tratara a su madre o a sus hermanas? ¿Le parecerá su madre una mujer bruta o fea? ¿O alguna de sus hermanas, en caso de que tenga? Son demasiadas preguntas, demasiadas cosas que no entiendo en personas como él, y que nunca entenderé, para orgullo propio.
Por ultimo, propongo a todas las mujeres que nos vistamos mal, pero muy mal, con mentes capaces de analizar cualquier situación, capaces de generar argumentos que le cierren la boca a los individuos que no deberían abrirla, y también tener suficiente amor propio como para no permitir que nos pasen por encima, nadie es mejor que nadie a menos que nosotros decidamos lo contrario.
Grace M.
Si compararamos tu belleza física con tu belleza interior... llegariamos a la conclusión de que físicamente eres horrible...
ResponderEliminarY sabes otra cosa? si no hicieramos la comparación, los ojos dicen que estás buenísima...
Esto da una noción de la magnitud de tu belleza interior. No estás mal vestida, todo lo contrario, eres la que mejor vestida está.
T.A.
JPJ