The big black hole

Si… es ese en el que caes cuando te das cuenta de que no puedes volar, yo lo llamo asi “the big black hole” he caido en el dos veces: la primera fue hace 4 años y algo, y la segunda vez es justo ahorita, escribo desde aqui, desde mi  “big black hole”.

Lo más dificil? bueno que somos demasiado imbéciles por ser humanos, asi que no puedes simplemente estar como estás y ya, no, tienes que salir a la calle disfrazado del “hombre de la máscara de hierro” usted sale por esa puerta y tú eres la más feliz, la más bella, esa a la que todos miran, esa que todos envidian, esa con la que todos quieren intercambiar vidas, tú eres oficialmente “esa”, but then… who are you when you get to the intimacy of your bedroom?

Ese es el punto dónde te permites ser quién eres, cuando estás sola y probablemente desnuda antes de darte una ducha, es ahí donde te ries de todos por envidiarte, es ahí donde te permites llorar, donde puedes golpear las almohadas sobre las cuales despues tratarás de dormir, es ahí donde te cambias mil veces la ropa porque estás tan inmensamente jodida mentalmente que crees que todo te queda mal, es ahí donde enfrentas tu realidad y te quitas la máscara de hierro.

Uno cae en el “big black hole” cuando te sobrepasan los problemas, cuando te toca aceptar que no puedes y decides flaquear, sólo un momento, pero flaqueas en ese momento crítico, y caes, y puedes seguir callendo eternamente, sólo puedes salir si decides volar de nuevo, puede decirse que es un hueco que no tiene fondo, y volar no es facil para los humanos, se necesita mucha determinación (y buenas razones) para volar, y esa determinación jamás la voy a conseguir si no logro convencerme de que puedo vencerlos.

Hay algo bien curioso cuando estás en esta situación, sólo personas que realmente saben quién eres se darán cuenta de tu situación cuando te pongas la máscara de hierro, son personas a las que jamás podrás engañar, no importa cuánto trates: pero la peor parte, es que por lo menos una de estas personas te va a abandonar, siempre hay alguien que te abandona, que te abandona justo cuando más necesitas de esa compañía, y esa siempre va a ser la “cereza del pastel” “la gota que derrama el vaso” pero justo antes de terminarte de deprimir, uno piensa “para qué quiero que se quede si no va a estar conmigo cuando yo lo necesite?” y vas a comenzar a retorcerte en ti misma “yo siempre estuve alli para él/ella” “yo lo/la ayude siempre que pude” “yo estuve para él/ella” sí tú estuviste, pero también este es el momento en que aprendes que el hecho de que uno esté ahi siempre en las buenas y en las malas, nunca va a garantizar que te respondan igual.

Aqui es donde uno trata de hacer un aprendizaje que yo particularmente nunca aprendo, no soporto el abandono, nunca lo he llevado bien, no soporto que me abandonen ni mucho menos abandonar, soy de esas personas “ridículamente fiel” y la vida me ha dicho muchas veces que eso está mal, que debo ponerme a mi misma antes que nada, y yo: próxima arquitecta de la universidad más jodida de este país, que pase las tres mates, soy culta, y estudiada: no puedo aprender, no aprendo cómo abandonar.

So… cuando pones todo en perspectiva: tengo problemas familiares (ver “teorema del sandwich) mi carrera me molesta, muchas de las personas con las que tengo que tratar a diario también me molestan (algún dia escribiré algo de “las huevonas” para que entiendan) y el único pinche minuto que tienes de paz alguien lo ocupa pidiéndote consejos sobre cosas que tú no puedes manejar (saben, ese punto donde tus consejos le sirven a todos menos a ti? bueno): ahí es dónde sabes cuáles son las cosas que tienes que vencer para volver a volar. Es cómo soltar el lastre pues, necesito arreglar todo eso antes de poder autéticamente una persona “envidiable”

Si pude una vez, puedo dos…

 

“somebody who gave a damn,
somebody more like myself”.